El día de graduaciones es sin duda alguna el momento en el cual estudiantes, padres de familia, directivos y docentes, nos sentimos orgullosos de aquella magnifica labor que es “el valor de educar”. A continuación se hará un breve relato de lo que aconteció durante la jornada.

Inicialmente el día comenzó bañado en oro amarillo lo cual previa altas temperaturas en el Valle de las Lanzas. Los primeros en aparecer fueron los niños y niñas del nivel de preescolar, que orgullosos y felices se movilizaban con gran soltura en aquel acto principal. Al igual que subía la temperatura, la alegría de los asistente también. Reconocimientos, menciones, sonrisas abrazos, discursos prolíficos y el resplandor de las cámaras para posteridad fueron los argumentos de aquel placentero momento.

En el horario de la mañana los educandos del nivel de preescolar, grado quinto y grado noveno fueron los galardonados. Los estudiantes muy dispuestos gratificaban a sus profesores y padres de familia el inmerso esfuerzo habían dado en cada uno de sus ciclos, los discursos redundantes en prosa y mágicamente logrados por las diferentes voces de los jóvenes, fueron trascendentales en cada una de las ceremonias llevadas a cabo.



Por otra parte esta actividad estuvo engalanada por la participación de un grupo de cámara el cual interpreto diversas armonías contextualizadas con el ambiente navideño.
Igualmente se noto como los estudiantes lideraban una batalla entre la compleja nostalgia y la amabilidad perpleja de la alegría, de todas formas las más sinceras felicitaciones para todos los graduandos del Colegio Hermann Gmeiner SOS.
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